Ser mujer, sencillamente es sinónimo de “Ser Humano” … Una persona con fortalezas y debilidades, pero también con grandes oportunidades de crecimiento, aprendizaje y sobretodo, de retos y con capacidades para ocupar cualquier lugar dentro de la industria. Es por ello que hoy, en conmemoración al Día de la Mujer, nos complace dedicar con mucho orgullo y respeto éste programa a todas ellas, mujeres de hogar, de trabajo y de mente creativa que se han destacado en las áreas gráficas a través de la historia.
Antes de iniciar con la representatividad de la mujer en la industria gráfica, quiero expresar mi sentir respecto a estar en éste lado de la humanidad, sabemos que todos los seres humanos somos independientes y tenemos distintas formas de pensar y hay distintas formas en que la sociedad puede describir a una mujer, pero lo que puedo decir es que ser mujer, es saber que no hay límites ni barreras para alcanzar todo lo que nos proponemos, saber que la dedicación y la paciencia son virtudes que pueden ser utilizadas en distintas cosas, que la oportunidad de poder dar vida a otro ser humano, nos permite entender más a fondo lo que es el amor, la alegría, la compasión, la fortaleza, la tolerancia y el deseo de ser mejores en cada cosa que hagamos. Algunas de las cosas que acabo de mencionar son extractos de personas que han hecho menciones respecto a lo que representa ser mujer y con las cuales yo comparto. Y realmente, no significa ser hombre o mujer, no importa el género, significa que todos podemos hacer juntos que las cosas cambien y es por ello que quiero dar gracias a todos los hombres que valoran el trabajo que hacemos nosotras y a todas las mujeres que ponemos nuestro granito de arena para poder aportar en ésta vida.
La historia y el papel de la mujer en la industria gráfica.
A través de la historia hemos visto que han sido varios personajes que han aportado y han estado presentes en el mundo de la escritura, dentro de éstos personajes, la mujer ha sido representativa a pesar de las dificultades de la época en donde se le excluía de los ámbitos profesionales y culturales, pues tenía grandes dificultades sociales como legales, que pese a su participación activa en las imprentas, ha pasado desapercibida y pocas veces aparecen sus nombres en los libros que salían de los distintos talleres.
En la Edad Media cuando inició la escritura, ésta era hecha a mano regularmente por escribas quienes transcribían los libros y documentos siendo realizados letra por letra; con el transcurrir del tiempo continuaron existiendo mujeres en el oficio de copiar escritos y pasarlos en limpio o escribir al dictado, pero muchas autorías de mujeres fueron anónimas, sin que aparecieran sus nombres en los libros.
Continuado con esto, sabemos que gracias a Gutenberg se dio inicio a la imprenta de forma global tal como la conocemos ahora, de una forma más automatizada a través de maquinaria que nos permitía no solo copiar un libro cada cierto tiempo, sino poder producir más de un libro en un período más corto de tiempo. Algunas de las primeras y pequeñas imprentas fueron instaladas en los monasterios donde no solo fueron los primeros lugares donde se podía copiar a mano, sino también donde se pudo implementar éstas imprentas.
En 1484 a veintiocho años de haberse publicado la llamada Biblia de Gutenberg la alemana Ana Ruggierin decidió poner su nombre en el colofón de los libros que salían del taller de su propiedad ubicado en Augsburgo, convirtiéndose así en la primera mujer impresora de la que se tiene noticia en el mundo. En ésa época la lectura y la escritura no eran para ellas, pues solo podían ejercer como esposas, madres y la educación familiar iba dirigida al varón.
Muchas o casi todas las imprentas eran empresas familiares y dirigidas por el hombre como cabeza publica, pero al ocurrir la ausencia de éste, las mujeres se encargaban del negocio para mantener de esa forma el ingreso económico del hogar. Siendo entonces un negocio familiar permitía que todos los miembros tuvieran que conocer y apoyar para que pudiera tener ingresos la familia y es ahí donde se mira la participación de la mujer tanto como esposa o como hija, tendiendo un rol para poder ser parte de esta industria.
En el siglo XVI en España se hace mención de las primeras mujeres que dedicaron su vida al mundo de la impresión, dentro de ellas está Juana Mila, Isabel de Basilea y Jerónima Gales, quienes al enviudar continuaron con la labor de sus maridos. En 1537 Juana Mila fue la primera mujer de España que firmó con su nombre el libro Hortulus pasiones, como responsable de la impresión del mismo.
Más tarde en París se instaló la imprenta Imprimiere de Femens que empleaba solo personal femenino. En 1745 Juana Antonia Poison, conocida mundialmente por su título de Marquesa de Pompadour, con éste rol y derivado a sus grandes gustos por la lectura, le permitió ayudar a los enciclopedistas y proteger las artes en general. Tuvo la oportunidad de tener su propia imprenta al hacerle la sugerencia al rey. La primera obra que se imprimió en éste taller fue la llamada “Tragedia de Cornelio” en 1760, realizada bajo su dirección y contiene un aguafuerte de boucher grabado por ella misma.
Ahora, trasladémonos hasta Londres para conocer a Emily Faithfull (1835- 1895) considerada la primera y principal promotora del movimiento feminista en Inglaterra, quien lucho incansablemente porque las mujeres tuvieran los mismos derechos que los hombres, además de que trató de expresar su sentir en diferentes editoriales de Inglaterra y cansada de que todos los editores le cerraran las puertas, aprendió el oficio de cajista y fundo una editorial donde estampaba sus propios libros siempre en defensa de la mujer. En 1877 salió el periódico West London Express creado por ella misma, así como la imprenta donde se hacía y donde trabajan solo mujeres. Adicional fue fundadora de la sociedad de mujeres impresoras y la reina Victoria la nombró su editora e impresora.
En el pasado como muchas empresas al día de hoy, las imprentas independientes eran negocios familiares para que pudieran trabajar las esposas, hijas o viudas en la elaboración de un libro, la creación y montaje de los tipos, la fabricación de la tinta, la impresión, corrección de los textos y encuadernación. Durante siglos las tipógrafas se han dedicado al oficio de componer e imprimir con tipos en relieve de plomo, pero ésta y otras tareas las firmaba el hombre que dirigía el taller, lo que hace difícil conocer la autoría de las mujeres en la impresión.
Entrado el siglo XVIII el papel de la mujer a nivel tipográfico fue disminuyendo, argumentando por parte del sector masculino que se trataba de un trabajo peligroso para la salud de la mujer por la toxicidad de materiales y la debilidad física femenil que posee la mujer. En el siglo XIX las funciones de la mujer en el mundo de la imprenta se reducían a la encuadernación.
En la nueva era de la industria gráfica logramos identificar a mujeres que forman parte de éste giro de negocio, destacando en puestos directivos, en el área administrativa, creativa u operativa. Fue interesante encontrar un artículo por Xerox Mexicana durante un Encuentro de líderes en la Industria Gráfica en el marco del Día Internacional de la Mujer, en donde presentaron datos del INEGI que destaca que el sector de las artes gráficas está concentrado por un 70% de hombres contra un 30% de mujeres.
En la actualidad las mujeres representan un gran valor y podemos decir que en el área operativa muchas veces suelen tener más detalle para los acabados finales.
En una entrevista de la participación de la mujer en la imprenta colonial, realizada a la Dra. Marina Garone experta en la historia de las artes gráficas, pudimos averiguar un poco más sobre la participación de la mujer de la industria gráficas en nuestro país, Guatemala, en donde nos recuerda que la tipografía durante la época colonial estuvo basada por la presencia de una sola impresora. Al final del periodo aparece la figura de Juana Batres, quien por mucho tiempo estuvo defendiendo la propiedad de la imprenta y defendiéndose de los impresores competidores. Algo interesante fue qué, hizo su testamento antes de morir donde planteaba que la imprenta no debía ser dividida para que de ahí pudiesen comer y vivir todos sus herederos haciendo un sentido de unidad de bien de producción familiar, que regularmente está más arraigado en el género femenino.
De tal forma, hemos conocido un poco de la participación de la mujer a través de la historia en las artes gráficas, ahora nos enfocaremos en sí, en la mujer a nivel general.
Con la influencia de algunas tendencias pueden observarse claramente las opiniones diferenciadas que pueden existir entre las generaciones. Cuando hablamos de género conlleva a la comparación que existe entre hombres y mujeres y puede realizarse a nivel personal, físico, psicológico, profesional y más, lo que en alguna ocasión se ve como una rivalidad y en otras un factor diferenciador de habilidades. En algunos campos las mujeres han logrado un avance a través del tiempo, pero aún se evidencia en muchos sectores que no es así, identificando que la sociedad como estructura de convivencia, aún es machista.
La representatividad de la mujer en la industria gráfica aun es baja, percibiendo muchas limitaciones y recriminaciones. Como en cualquier otro sector se busca la equidad de oportunidades y beneficios, no etiquetando el género.
En el año 2018 la Organización Internacional del Trabajo expresó que la participación laboral de las mujeres aumentó por el camino a la igualdad, aun así, es más largo en América Latina y el Caribe. El Director Regional de la OIT José Manuel Salazar, en una declaración por el Día Internacional de la Mujer, dijo que la tasa de participación laboral, superó por primera vez el 50% pero aún está por debajo de los hombres, el desempleo de las mujeres es mayor y la brecha salarial es el 15%; los datos son un llamado a la acción por la igualdad de género en el trabajo. Por otra parte, en Junio de 2019 la Lista Fortune 500, registró la mayor cantidad de mujeres con el cargo de directoras generales sin especificar algún giro particular. La suma total muestra un panorama preocupante, de las quinientas personas en puestos de jefatura ejecutiva, menos del 7% son mujeres.
Existe mucha información y datos que nos pueden brindar un panorama general de como las mujeres han avanzado en el ámbito laboral al día de hoy.
Hablar en éste día de lo que representa la mujer es bastante interesante y realmente me siento agradecida de compartirles éste tipo de información y que además fue algo que me permitió aprender más. Agradecemos mucho por acompañarnos en éste segmento, nos despedimos deseándoles muy feliz día de la mujer y no importa el papel que una desempeñe, gracias por existir.
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